El arquitecto japonés Ryue Nishizawa comparte con Kazuyo
Sejima el estudio de arquitectura SANAA, pero también realiza proyectos en
solitario, como esta casa suburbial en Tokio
El objeto de proyecto era una casa compartida por el cliente
y varios inquilinos, por lo que debía garantizarse la independencia sin
comprometer la unicidad del conjunto.
La propuesta de Nishizawa consiste en fragmentar la casa en
diez edificios distintos con alturas de una a tres plantas, dividiendo la
residencia principal en varios de ellos, de modo que el exterior se convierte
en parte de los recorridos funcionales de la casa.
Moriymama nos muestra cómo una respuesta formal que se adapata al modo de vida de sus habitantes y no al revés. Nos demuestra que hay más de una manera de vivir y que siempre es posible adaptar el entorno a ella.
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